viernes, 15 de enero de 2010

Hoy no estoy inspirada. Y me da rabia, porque aunque las musas (en mi caso los ''musos'') no estén de mi lado quiero escribir. Aunque lo que pueda escribir sea tan malo que ni yo misma me atreva a releerlo, pero hoy tengo el espíritu literario que a veces nos da a todos. Es esa impetuosa necesidad que viene como un espíritu e invade tu cuerpo.Lo único que necesitas en un boli y un papel para escribir lo primero que se nos pasa por la mente: sentimientos, un cuento, una historia, un chiste, una gilipollez.... Cualquier cosa con tal de escribir, no de explotar la vena creativa. ¿Nunca os ha pasado eso? A mi si, sobre todo cuando era pequeña.
Con sólo 5 años era capaz de pasarme una tarde entera escribiendo. Me entretenía haciendo garabatos en un papel, simulando que era una gran escritora que redactaba la novela de su vida o algo así. A medida que fui creciendo seguía haciendo garabatos en un papel. Creaba personajes ficticios en mi imaginación y vivía inmersa en la historia que había en mi mente. Era muy entretenido. Y ahora también sigo soñando despierta
Creo que nuestra imaginación pueril es un presagio de nuestro futuro lejano, por lo menos en mi caso. Por eso, a veces sigo pensando en escribir y cuando lo pienso, simplemente actúo.

Un besito corazones(L)


J.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

almas desesperadas

Seguidores