martes, 25 de mayo de 2010

Moi, je m'apelle Lo-li-ta / La culpa es de Murphy


Hoy no ha sido uno de los mejores días de mi vida y yo soy tan gilipollas (con perdón de la expresión)de escribir aquí para martirizarme. ¿Nunca habéis pensado que podéis ser reencarnaciones? En estos momentos creo que yo soy la recarnación de un padre de familia adicto al sadomasoquismo que se ponía cachondo con latigazos en el culo y se murió de un infarto tras mirar y remirar la cuenta de 200 euros del móvil de su hija universitaria. Si esa no es la razón por la que me gusta rebozarme en la mierda (en sentido metafórico, que aquí se lleva todo a extremos), tendría que ir al psicólogo para mirame el trastorno mental que arrastro.
Otra opción un poco más razonable es la ley de Murphy, que dice que si algo pude salir mal, saldrá mal. Esperando a que todo saliera mal y sin indicios de que pudiera ser malo, llevo este día de perros, con la comida en la garganta y los nervios a flor de piel.
Mientras sufro y no, esperando en una sala de espera con esperanzas, yo me consuelo con mi amiga Lolita que escucha sin rechistar aunque da muy malos consejos.

Firmado:

Lady Zombie

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