domingo, 20 de junio de 2010

Historias de Oficinistas I

Conversación de dos oficinistas:
- Y ¿Cómo es tu novio nuevo?
- Nena, ¡no te lo puedes ni imaginar! De físico no es muy allá y majo tampoco es que sea, pero tiene una cartera... Es un niño de papá. Me ha renovado todo el vestuario de un plumazao. Además me lleva a los mejores restaurantes y ¡tiene un Ferrari! Es una loteria. No se que voy a hacer cuando me canse de él...
- Parece que estás describiendo a un hombre de mi familia, son todos taaaaan gilipollas ... Pero yo no dejaría que ninguna mujer le chupara la sangre como estás haciendo tú con ese infeliz, no ,no...
- Jajaja... Yo no le llamaría infeliz. Por lo menos yo no sería infeliz teniendome a mi al lado... Además por qué me compre unos trapitos de nada tampoco se va a arruinar. De este modo los dos somos felices: él porque me tiene a mi y yo porque tengo su dienro en mi armario.
- Eres muy mala. Debería darse cuenta de te estás aprovenchando de él y darte una patada literal en tu hermoso culo. Me gustaría conocer a ese pobre diablo...
- Va a venir a buscarme hoy. Si quieres te lo presento...

A la salida de la oficina...

- Mira, ahí tienes a mi nueva adquisición, él del cohe rojo...
- ¡¡¡¡¿ Ese?!!!
-Si, ¿ Lo conoces?
-Compartimos madre, zorra.



Moraleja: A veces quedarse callado embellece la expresión de la cara.

Lady Necros.

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